Hoy vamos a hablar de los fondos buitre que se han hecho con el control del mercado de la vivienda protegida. Una vez más, y ya he perdido la cuenta, lo españoles nos encontramos absolutamente indefensos ante las corruptelas y negocios de dudosa legalidad, propiciados, cuando no directamente participados por la administración.
¿Cómo lo han llevado a cabo? ¿Por qué los bancos venden ahora a estos fondos buitre?
¿Por qué la administración no solo no lo ha impedido sino que lo ha propiciado?
Tras el estallido, por otra parte previsible de la llamada burbuja inmobiliaria comenzó a escribirse el guion de esta historia. El ministro de economía Luis de Guindos, aprobó diversos decretos al dictado de Bruselas, que exigían a la banca provisiones por suelo, promociones
inmobiliarias y créditos que en algunos casos superaban con creces el 50% del
valor, e incluso daban por perdidos préstamos. Y han sido estos decretos junto a las necesidades del "banco malo" (Sareb) lo que ha extendido la alfombra roja para el despliegue inmisericorde de los fondos buitre. Las cuentas de pérdidas de los bancos se incrementaron artificialmente de modo que los bancos, vendían a estos fondos oportunistas aunque fuera con una ganancia mínima.
De este modo tan simple, el terreno quedó abonado para que la administración pasara a hacer lo mismo. El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid vieron en ello una gran oportunidad de sanear sus deficitarias cuentas a través de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (E.M.V.S) y del Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA). De la noche a la mañana y en menos de 6 meses se vendieron 3.000 pisos a estos fondos buitre y miles de madrileños pasaron de vivir en una vivienda de protección oficial a hacerlo una de propiedad privada, aunque se tratara de la misma, lo que se tradujo en un incremento del alquiler, que en muchos casos no se podía afrontar, y el posterior e inevitable desahucio, ante la incapacidad y la falta de decisión de nuestros políticos por evitarlos.
El negocio fue muy lucrativo para el fondo de inversión Goldman que adquirió 201 viviendas a un precio medio de 63.000 euros cada una, un precio claramente por debajo del precio de mercado.
Lo realmente perverso, es que esta operación acabó costando 300 millones a las arcas públicas y cerca de 500 a los inquilinos, que habían firmado un contrato de alquiler con opción a compra que se triplicó de un día para otro.
Ante todos estos desmanes y abusos se han creado varias plataformas como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), la Plataforma
de Afectados por la Vivienda Pública y Social (PAVPS) y la Federación Regional
de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) que junto con el PSOE han interpuesto un recurso contra
la Comunidad de Madrid para evitar lo que consideran un "desmantelamiento
y expolio de la vivienda pública", en el que se acusa al gobierno la Comunidad de Madrid presidido por Ignacio
González de un delito de malversación de caudales públicos y prevaricación
continuada al haber vendido por 200 millones de euros unas viviendas cuyo
precio sería en realidad de cerca de 400 millones.
El Ayuntamiento de la capital aseguró por su parte, que se mantendrían los
alquileres como estaban antes de la operación, pero la lamentable realidad es
que al final desde el consistorio han mirado hacia otro lado intentando lavarse las manos, al matizar
tras conocerse el más que notable
incremento de los precios que estos "se
mantendrán durante el tiempo establecido" en el contrato. Una vez
finalizado éste, el fondo buitre solamente ofrece dos soluciones: O pagas por
el piso en el que hasta ahora estabas viviendo el precio que ellos decidan o te
desahucian.
Así las cosas, el negocio no puede ser más lucrativo, ya que
una vez los pisos queden libres, estos podrán venderse al precio del mercado.
Con todo lo anteriormente dicho, creo que a los inquilinos únicamente
les quedan dos opciones: La pelea judicial o alinearse con los movimientos
okupas. Recientemente hemos visto como 200 de estos pisos
situados en el ensanche de Vallecas adquiridos por los fondos buitre al IVIMA
han sido ocupados. Manuela Carmena ha admitido que “La situación es grave. Las
ocupaciones ilegales implican drogas, suciedad, inseguridad y temor. No las
puede evitar el Ayuntamiento pues tienen que ser los juzgados los que ordenen
la salida de estas personas, pero esto no impide que seamos conscientes del
problema y que estemos dispuestos a hacer todo lo que está en nuestra mano”.
Buenas palabras, pero
siguen sin hacer nada.
Mientras tanto las ocupaciones continúan y sigue habiendo
miles de casa vacías en manos de los fondos buitre, que no han acabado
en manos de aquellas personas para las que se construyeron, sino en manos
fondos buitre que las sacan al mercado o de mafias organizadas que las ocupan y
las realquilan.
No resulta extraño que la ciudadanía hay perdido en gran
medida, cuando no por completo, la confianza en la clase política. Pero lo peor
de todo es, que mientras tanto, los ciudadanos seguimos sin reaccionar como
deberíamos, pese a estar anta la más absoluta indefensión.
Y ellos, los políticos, tanto unos como otros siguen sin hacer nada.
¡Qué bien leerte de nuevo por el Blog de Realidades!
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