Desde que pasaron de ser nómadas a sedentarios, los humanos
han estado modificando genéticamente plantas y animales, sin ni siquiera darse
cuenta. La modificación genética actual parte de una base, pero es muy distinta, porque los científicos pueden seleccionar
los genes o series de genes de uno o más organismos e injertarlos en otros para
lograr que los organismos resultantes tengan unas características
predeterminadas.
Un transgénico es un organismo cuyo material ha sido
genéticamente adulterado de una forma
que no corresponde con la naturaleza.
No se sabe aún si estas nuevas especies son mas insanas que
las convencionales y por lo tanto pueden alterar seriamente el ecosistema.
Ponen en peligro la biodersidad porque se eliminan organismos de la naturaleza.
También hay sospechas de que pueden afectar a la fertilidad,
según Greenpeace, un estudio de laboratorio con ratas detecto que estas se
reproducían menos si eran alimentadas con transgénicos.
Los pequeños agricultores se ven perjudicados porque las patentes
de las semillas modificadas están en manos de unas pocas multinacionales. Ellas controlan los precios y son demasiadas
caras para que los campos de tamaño medio o pequeño resulten rentables.
Estados Unidos es el paraíso de los trasgénicos, aceite de
colza, aceite de algodón, que es especialmente peligroso, el maíz, soja. Una
empresa de marca Monsanto controla su cultivo y el 90 por ciento de la
modificación se desarrolla genéticamente para ser resistente a un herbicida de
esa misma compañía.
Cebollas que no hacen llorar y papayas de laboratorio,
tomate negro, el tono oscuro de su piel se debe a la antiocina, un pigmento
propio de las bayas moradas y la uva negra.
Así que entras en el supermercado y encontraras tomates grandes y relucientes de un rojo
intenso, sandias sin pepitas que siempre están dulces y fuere de temporada-
Uno de los mayores argumentos en contra del uso de los
trasgénicos no se refiere a ellos
mismos, sino al modo del uso de los mismos: estos productos no generan semillas
viables por lo que se pone a los agricultores en una situación de dependencia
total frente a los suministradores, generalmente grandes empresas
multinacionales que controlan que, como y cuanto se produce.
Mientas que muchos proclaman que los alimentos trans serán capaces de solucionar el problema del hambre en el mundo y de alimentar a toda la población mundial,
pero el problema del hambre es la distribución, no de tecnología : hay comida
para todos, pero esta mal repartida.
Que quieres que diga, prefiero la dieta mediterránea, con
sus buenos cocidos, alubias y lentejas, aceite de oliva y huevos de gallinas
sin clonar, marisco y pescado recién pescado, ensaladas del campo y no de
farmacia.