Ayer tuvo lugar una nueva sesión en el blog de Realidades y tras dos intensas horas decidimos dar rienda suelta a nuestra locura, esa tan sana que todos llevamos dentro, para demostrar lo mucho que disfrutamos cuando coincidimos en la primera planta del número 10 de la calle Cáceres (Madrid).
De izquierda a derecha, Luis (no dejes que los malos pensamientos te confundan, compañero), un servidor, José María (sigue así querido Barbas, has encontrado el camino para recuperar el terreno perdido) y Antonio (mucho más tranquilo tras saber que ya puede disponer de la renta mínima de inserción) estuvimos juntos este lunes para llevar a cabo otra clase técnica, después del 'volver a empezar' conseguido la pasada semana.
En esta ocasión, quisimos la utilidad de los ordenadores e Internet. En cuanto al primer objeto de nuestra clase, estuvimos departiendo sobre su capacidad para realizar diferentes actividades (texto, cálculo, diseño, etc), así como para almacenar todo tipo de contenidos. Posteriormente, llegó el turno de Internet, ese universo que podemos encontrar tras la pantalla y que complementa (nunca sustituye) nuestra realidad. En definitiva, su valor depende del uso realizado, ya sea ejerciendo como vehículo de comunicación o vía para acceder a múltiples servicios.
El próximo lunes seguiremos con nuestras lecciones de vida. Nuestras lecciones de realidad.