11 de mayo de 2017

QUERIDAS INSTITUCIONES



Partiendo de la base de que no creo que nadie esté a favor de la desigualdad, ni aquí ni en ningún sitio…..bueno salvo los bancos…algunos políticos, y los machistas, y… todo el primer mundo en general, los ignorantes, la gente blanca. Pero vamos, quitando ese insignificante 85%, prácticamente a nadie le interesa la desigualdad.
                                                                                                                     David Broncano.

Bueno yo no puedo deciros que todas las mujeres del planeta estamos hartas de paternalismos, de estigmatizaciones, de que se vulneren nuestros derechos recogidos en todas las cartas, constituciones y demás parafernalia oficialista a lo largo y ancho de este nuestro planeta, porque no las conozco a todas. Vamos a ver, no somos superiores ni inferiores no somos más ni menos inteligentes, vamos que no hemos venido a robaros el fuego, solo somos diferentes absolutamente diferentes a los hombres. 
Y ahora me diréis: "y por qué te diriges a los hombres y no a las instituciones que son las que deben proteger y salvaguardar tus derechos". Pues porque por mucho que las instituciones tengan un artículo femenino delante, son total y absolutamente masculinas,  todo en “ellas” es masculino paternalista y absurdo. Así que queridas instituciones de este planeta (que aunque tenga articulo masculino es absolutamente femenina, con que penséis un poquito os daréis cuenta). Bueno, queridas instituciones pensad que vuestra abuela, madre, hermana, esposa, ligue, ex ligue y demás ejemplares de sexo femenino se mosquean, si se mosquean todas al mismo tiempo, y se ponen en modo "hasta aquí hemos llegado Baldomero". Pues eso, creo que no necesito daros más explicaciones. Porque si creéis, que con paños calientes, o “quién va a cuidar a los niños”, “la familia te necesita”, “el país te necesita”, por supuesto para que te quedes en casa con la pata quebrada que la economía está muy chunga. Lo lleváis crudo. El hecho de que esto os haya funcionado antes no quiere decir que siga funcionando. Ahora, para quien no es necesario en absoluto es para nosotras. No nos gustan las guerras, no queremos ninguna guerra. Pero si os empeñáis…………….



Ley de seguridad ciudadana



Boletín oficial del estado número 77 del  31 de marzo de 2015, entra en vigor el 1 de julio del 2015, preámbulo:

La seguridad ciudadana es la garantía de que los derechos y libertades reconocidos y amparados por las constituciones democráticas puedan ser ejercidos libremente por la ciudadanía y no meras declaraciones formales carentes de eficacia jurídica, en este sentido la seguridad ciudadana se configura como uno de los elementos esenciales del estado de derecho.

De sobra sabemos cuan perversa es la dialéctica del estado, bajo la apariencia de ley se construyen argumentos para tenerlo todo atado y bien atado, la ley mordaza es en realidad la crema hidratante con la que sus señorías del gobierno, y sus compi yoguis, untan sus fatigadas posaderas por tanto deliberar, y sostienen su argumentario en la cultura heredada de un dictador al que un tal Yagüe apodaba la culona, es un efecto directo de aquella diarrea que afectó al gobierno cuando la calle mostró los dientes,

Esta ley evidentemente no se ocupa del saqueo del dinero público, ni de que el estado se haga la Cifuentes con el gasto social, pero si está muy atareada en levantar un muro político y represor ante la consciencia social, se ocupa también de desamparar a los que menos son, o dicho de otra manera, a los que menos tienen, a las personas sin lugar, que se ven arrojadas al vacío de la exclusión social,

Esta ley sostiene y legaliza la discriminación al construir una apoyatura que permite a la policía multar a una persona sin lugar que pernocte en un banco público de cualquier calle, plaza o paseo, con 300 euros, el sostén jurídico de esa penalización dice que es por deslucir el mobiliario urbano,

Y así se reduce al estado de basura a los ciudadanos que han sido expulsados de sus propias vidas víctimas de un desahucio psíquico, deberíamos preguntarnos más asiduamente por qué asistimos con tanta complacencia a la vulneración de nuestros derechos fundamentales por parte del estado al soportar con pasividad las leyes que atentan contra la seguridad de los ciudadan@s,

Durruti



Ley de vagos y maleantes

Caminas por la calle con el ceño fruncido, y duermes en un banco pues estas cansado y no tienes donde pasar la noche, pero te molesta la policía y te pregunta: "qué hace usted a estas horas". Si no tienes la documentación adecuada no te multan, pero pasas la noche en un calabozo en comisaría. Era la famosa ley de vagos y maleantes con Franco.

Ahora con la ley mordaza no te meten en un calabozo pero te multan, por deterioro del inmueble urbano. Ya en su tiempo y siendo la alcaldesa de Madrid Ana  Botella, puso límites en los asientos de las paradas de autobuses para que no durmiera gente sin techo.

Por dormir en la calle son 180 euros de multa. Ya es triste verse en situación de calle, pero más triste es que encima te multen, mientras todos los chorizos políticos, banqueros, curas y otras hierbas están viviendo a todo trapo con dinero público. Y lo más curioso es que no se les multa. EL LADO OSCURO QUE NO SE QUIERE VER LES DA VERGÜENZA.

La Delegación del Gobierno mantiene que en los últimos meses son más de un centenar las sanciones que les ha mandado el Ayuntamiento. En la Delegación tampoco se tramitan las multas y se reenvían de nuevo al equipo de Manuela Carmela, ya que el gabinete de Dancausa dice que corresponde a los ayuntamientos gestionar las multas en aplicación del artículo 32.3 de la ley de seguridad ciudadana, aprobada el pasado 1 de junio de 2.015. Que por cierto, Dancausa está investigada por el tema de Mercamadrid.
Las multas leves oscilan entre los 100 y los 600 euros y las graves hasta 30.000 euros. Y digo yo: la persona que está en situación de calle no es porque quiere ¿Cómo voy a pagar una multa si no tengo una posición económica adecuada? Sigo diciendo que es una verdadera vergüenza.

Nos enteramos a través de las redes sociales que en  Murcia se ha multado a un sin techo por el simple hecho de comer en la calle y dormir entre cartones. La pregunta es quién da las órdenes para la persecución a las personas sin techo y sin recursos, por el simple hecho de estar en la calle. Los responsables políticos deben de dar explicaciones por estos hechos.

Se supone que los ayuntamientos  en vez de criminalizar a las personas sin recurso y sin hogar, deberían de ayudar y velar por esos colectivos vulnerables y menos favorecidos. Se supone que una persona que está en la calle no tiene recursos económicos, por lo tanto no puede pagar una multa, ¿Qué van a hacerle, meterle en la cárcel? Solo por el hecho de  dormir en la calle, tendrán que hacer más cárceles. Por lo visto hay una ley que discrimina una actuación de ser pobre y no tener un lugar donde estar.
Deterioro del inmueble urbano y a la vista de los demás. Como si los demás no tuviesen problemas alguna vez, es absurdo multar a personas que hacen la vida en la calle, cuando no tienen donde caerse muertas.
Más le vale a las competencias,  tanto a los ayuntamientos como a las comunidades autónomas, afrontar ese problema y no tanto multar a personas que no van a pagar esa multa. Deberían en su caso poner algún remedio para que no ocurrieran esas situaciones.

Multa por comer pipas de 30 a 150 euros, ya está bien.

Basta ya de políticas aporofóbicas. Basta ya de miedo, repugnancia y hostilidad hacia la pobreza y hacia las personas pobres y sin recursos o desempleadas.


4 de mayo de 2017

La Iglesia Catolica


Estamos que España es un país aconfesional, pero la verdad es que no lo parece el gobierno y el estado no parece decir lo mismo, cubren con medallas al mérito nacional a estatuas y no a las personas. Así no es que insista la iglesia y el estado son una misma cosa lo cual habría que separar.
Mientras el gobierno del PP recortaba en sanidad y en educación, le daba a la iglesia católica 11.000 millones anuales.
Siempre se pide en la declaración de la renta marcar la casilla a la iglesia católica, y es que no tienen bastante dinero para bendecir a los pobres a los cuales les tratan como basura ¿es esa la enseñanza divina?
Se sabe que todos los productos alimentarios a punto de caducar y que no pueden vender las grandes cadenas  son donadas a las instituciones católicas que llenan los comedores sociales. Todo ello gratis y mano de descarga de furgonetas también, todo ello por comer. Lo cual dicen que ayudan a los pobres, pero en su lugar se aprovechan de ellos.
Recortes del gobierno del PP.
En sanidad; 12.000 millones en 2.009-2015.
En educación: 9.000 millones en 2.009-2.013.
Subvenciones a la iglesia católica 11.000 millones anuales. Esto según la asociación laica de Rivas Vaciamadrid.
La iglesia funciona  como una empresa privada, pero con dinero público. Todos los sacerdotes y curas  y monjas tienen alta en la seguridad social y cobran por su trabajo. No nos engañemos no es por amor al prójimo,  y para mas recochineo a ellos nos los afecta la ley laboral, no hay crisis.
Además  la iglesia católica está exenta de pago de impuestos por sus miles de inmuebles, por lo que no paga el ( IBI ).
Esto es un estado aconfesional, QUE VENGA DIOS.

                             

MENDICIDAD, PROSTITUCION Y ESCLAVITUD


Todos hemos contemplado, por las calles de Madrid, a mujeres originarias de los países del este, particularmente de Rumania, vestidas con harapos, en condiciones de insalubridad extrema, fingiendo o no discapacidades, mendigando para poder pagar el tributo que les imponen las mafias que las controlan.
Según publica el diario El Mundo en el año 2014, pedir en la calle tiene un precio, son 45 euros al día los que cada mujer debe pagar a quienes las someten a este régimen de esclavitud. 50.000 Rumanos malviven en España de la mendicidad, un 90% de este negocio es controlado por las mafias.
Evidentemente también deben soportar condiciones de vida que hacen que el estigma del sinhogarismo  sea aún más cruel con estas mujeres, duermen entre cartones, las fuentes de la ciudad les permiten une higiene absolutamente precaria, y el trato de quienes las controlan y explotan es absolutamente vejatorio.
Sin derechos,  sin el más mínimo apoyo por parte de nadie, deambulan por la ciudad escenificando su desamparo ante la ciudadanía, no obteniendo más que  ignorancia por parte de todos los que nos cruzamos con ellas.
Cotidianamente contemplamos su derrumbe y parece que el fenómeno nos importa bien poco puesto que para la mayoría ya son casi parte del paisaje, o al menos así nos comportamos como sociedad; produce cierta inquietud, y vergüenza también, observar como en este país el respeto por la condición humana ya no se lleva. Nuestra legislación es mucho más tolerante  con quienes las someten y las explotan que con ellas, argumentando que es una situación muy difícil de probar, la ley permite, y en el fondo incita, a que esta situación pase a formar parte del decorado habitual de la ciudad.
Quizás la sociedad Española debería preguntarse alguna vez por esta pasividad que se convierte en complicidad, ya que todos somos cómplices, por omisión, de esta situación que debería resultar insultante para cualquier persona de bien. En efecto somos cómplices todos de ese denigrante sometimiento que padecen esas mujeres,  también los que les dan algunas monedas para que desaparezcan rápidamente de nuestra mirada, alguna vez será necesario recapacitar sobre esa realidad que resulta humillante para una sociedad que se ufana de ser primermundista, civilizada y respetuosa de los derechos humanos.
Mientras haya una mujer vejada, sometida y esclavizada, seremos una sociedad mediocre.

La calle Montera es el escenario perfecto para evaluar los vaivenes del precio de la carne, de la carne humana.
Es evidente que para los traficantes de personas las variantes del mercado son importantes, y manejan su negocio con criterios de optimización como lo hace cualquier emprendedor. Es por ello que podemos observar como las mujeres de origen Africano han sido devaluadas para ceder el paso a mujeres originarias de los países del este.
Unas 45.000 mujeres y niñas son víctimas de trata en España, un negocio que mueve unos 5 millones de euros al día, según informaba el diario El País en el año  2015, según el instituto nacional de estadística la prostitución representa el 0,35 por ciento del producto bruto interno, lo que supone cerca de 3700 millones de euros.
Deberían producir escalofríos estas cifras, pero obviamente no es así, quienes construyen las estadísticas deberían también ocuparse de calcular cuantas violaciones remuneradas son necesarias para llegar a esos números, pero claro eso implicaría hablar más detalladamente de un horror inconfesable para una sociedad tan moderna como la nuestra.
España es el segundo país de la Unión Europea con más víctimas de tráfico de personas, el 68% son mujeres, el 17% hombres, y el 12% son niñas.
A pesar del aumento del número de víctimas, el de traficantes y criminales sospechosos se ha reducido en estos años un 17% y el número de condenados un 13%, dato que la policía ha achacado a lo difícil que resulta probar el delito de tráfico de personas y el hecho de que frecuentemente las víctimas no  denuncian por temor, o por terror.
Desde hace ya muchos años existen métodos y tecnología con la capacidad operativa suficiente como para grabar las ínfulas más íntimas del anterior borbón, no obstante decapitar las redes de tráfico de personas y desmantelar sus estructuras parece estar únicamente al alcance de James Bond.

Evidentemente para estas mujeres el flanco de su vida que las convierte en personas sin hogar no es lo peor que han de soportar, pero también, ojala tomaran nota algunas instituciones y el estado en general, ojala los medios de comunicación contribuyan más, así como la cultura, los movimientos sociales y la ciudadanía en general; erradicar la esclavitud no es tan complicado como nos cuentan, es tan simple como proponérselo.