3 de octubre de 2013

¡¡¡Bienvenido, otoño!!!


Noche de otoño en el Madrid de Los Austrias

¡¡¡Bienvenido, otoño!!!

El otoño ya está aquí. Caen las hojas secas y la naturaleza se viste de tonos dorados, amarillos, rojizos y y sus mil tonalidades distintas. Y como todos los años me hace pensar en la vida, en mi vida, y recordar, y del mismo modo que las hojas de los árboles cambian de color, nosotros a lo largo de nuestra vida también vamos cambiando como si de las distintas estaciones del año se tratase, y también nosotros nos abandonamos y caemos cuando estamos tristes, del mismo modo en que las hojas caen marchitas cuando ya no se pueden sostener.

Pero el otoño también es alegría, es la estación de vendimia, de recolección y cosecha. Una estación de sabrosa cocina de mil sabores y olores, de sabores de despensa con vistas al cada vez más cercano invierno, de dulces mermeladas y confituras, de salazones de las mil y una especies de pescados que nos ofrece el mar, una estación para la caza, tanto mayor como menor y como no, la estación de las sabrosas y jugosas setas. 

Atrás quedaron las vacaciones, los días largos, calurosos y soleados, las terrazas, el bronceado, ya sea de playa o de montaña, la ropa de verano con sus colores alegres y chillones, y en unos días, las calles se llenaran de colores más apagados y porque no, también algo más tristes, igual que las hojas de los árboles cambiarán el verde por los colores otoñales y será el momento del año perfecto para pasear por los parques madrileños, especialmente el Retiro y el del Oeste, pero también  y aunque algo más alejados del centro, la Alameda de Osuna y la Quinta de los Molinos, disfrutando de la tranquilidad otoñal, una vez superadas las aglomeraciones propias del verano, de sus colores, sus olores y su frescor. 

Llegaran también las temperaturas suaves y las lluvias. Y es ahora, en otoño, cuando comienza la época de cosecha y recolección, cuando deberemos obtener el resultado de nuestro trabajo. Estos resultados pueden ser buenos y sabremos que hemos hecho lo correcto. Otros objetivos habrán sido logrados sólo en parte y si somos listos aprenderemos cómo corregir en el futuro nuestros errores. 

Por último, también habrá objetivos que no se consigan, pero también de estos pequeños fracasos podremos sacar alguna enseñanza para el futuro.  Sabremos de ese modo lo que hemos hecho mal para no lograr los objetivos marcados y por tanto seremos capaces de idear y probar una nueva estrategia la próxima vez. El otoño es, en fin, una estación para estrenar nuevos propósitos, propósitos de esos con los que prometes cambiar el rumbo de tu vida y que no siempre llegas a cumplir y de nuevos retos. 

El otoño es en realidad el comienzo de un nuevo año, y septiembre es el nuevo enero.









2 comentarios:

  1. Me gusta el símil del otoño como la época en que nos deprendemos de lo superfluo, de los pesos muertos, y de los lastres que nos impiden avanzar, para afrontar después el invierno como una época de introspección y reflexión antes de "renacer" en primavera.

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  2. Muchas gracias por tus comentarios. Me alegra comprobar que de alguna forma te gusta lo que voy escribiendo, que no lo estamos haciendo simplemente por hacer.

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