Erase una vez un hombre que aunque pobre tenía trabajo,
salía al paso a través de trabajos en la construcción y reformas. Pero un día
le desahuciaron del hogar, perdiendo los trabajos a los que no podía atender y
jodiéndose el plan familiar.
Entonces esa persona se vio obligada a pernoctar en un
cajero, con su pareja, ante la indiferencia de los demás tuvo entonces que ir a
los comedores sociales. Un amigo le dejó una furgoneta, para por lo menos tener
un techo y la policía municipal se la quitó. Empezando de nuevo pues, le dejaron sin nada.
Y digo yo, si a una persona le llaman mendigo, sucio y caradura ¿Por qué no se ponen en su lugar las personas que no han sufrido tal humillación? Deberían ponerse manos a la obra,
para sentir lo que se siente en esa situación y pensar en cómo saldrían de ella.
¡MENOS CRITICAS Y MAS SOLIDARIDAD!
Pedazo de invento la EMPATÍA!!!!!
ResponderEliminarTienes toda la razón, si todos nos pusieramos aunque fuera por un rato en el lugar de los demás seguro que sabríamos comprender más los problemas de los otros y nos haría mejores personas.
ResponderEliminargracias por comprender la realidad
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