Los robots están aquí,
y han venido para quedarse.
Hace 75 años Isaac Asimov además de ponerle nombre a la ciencia que
trata sobre robots “Robótica” formuló tres leyes que todos los robots llevarían
incluidas en su fabricación, nadie podría acceder a modificar estas leyes, con
el tiempo creó una cuarta ley (que por cierto formuló un androide) llamada ley
cero.
2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si
estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.
3. Un robot debe proteger su propia
existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª
o la 2ª Ley.1
LEY
CERO.
Un robot no hará daño a la Humanidad o, por inacción,
permitir que la Humanidad sufra daño.
Asimov era un pelín
paternalista en sus novelas, en el fondo
tenía una fe en la humanidad un poco ingenua. Yo no tengo tanta confianza.
La Unión Europea
quiere leyes para convivir con los robots,
quieren leyes que protejan a la ciudadanía sin poner trabas al
desarrollo tecnológico de esta industria. Esta vez Europa, que va retrasada en
este campo, se ha adelantado aunque solo
en los robots civiles, en los militares no hay quien meta mano. Pero claro se encontraron
con la oposición de la coalición derechista que rehusaron incluir en el texto “las
posibles consecuencias negativas de la robótica en el mercado laboral”. Un
estudio reciente ha estimado que en solo 4 años se perderán más de 5 millones
de puestos de trabajo fruto de la automatización, especialmente en puestos administrativos
y de producción. El informe propone crear una personalidad jurídica específica
para los robots, para que se puedan derivar las responsabilidades de los daños
que puedan causar estos robots. Hay quien pide que los robots que reemplacen a
trabajadores coticen a la Seguridad Social para asegurar el mantenimiento del
sistema, cuando es el sistema el que hay que cambiar. Esta legislación tiene sentido con los robots que
realizan trabajos básicamente mecánicos, maquinaria de fabricación, coches sin
conductor, drones, prótesis, etc.
Si con esto
pretenden no ir retrasados van de cráneo, la inteligencia artificial avanza a
pasos agigantados. Investigadores de la Universidad de Manchester han
demostrado que es posible construir una nueva forma súper-rápida de computadora
con ADN que “crece a medida que computa”. Leyendo las intenciones iniciales de
la ponencia de la Eurodiputada Mady Delvaux, está claro que muchos políticos han
leído a Asimov. Pero se han quedado en las responsabilidades jurídicas. Eso me
parece negar la evidencia de que prácticamente ya está aquí, y es el cerebro
artificial con funciones mucho más avanzadas que cualquier cerebro humano y que
aprenden. Estos robots son básicamente buenos en toda la amplitud que tiene esta palabra,
sus creadores lo único que pretenden es hacernos la vida mas fácil, el problema
somos nosotros, los seres humanos. Por eso creo que se debe conseguir que sea
posible lo que pretendía Asimov con sus
leyes.
Tendemos a pensar
en los robots como atracciones de feria japonesa, pero lo cierto es que hay un montón
de ciencia y de matemáticas avanzada detrás de ellos. Lo que me parece una tontería
es esa manía de humanizar a los robots, como si el diseño del ser humano fuera
tan eficiente, un par de ojos en el cogote no nos vendrían nada mal, además esto
es lo que conseguirá que mucha gente empiece a tener miedo, demasiadas pelis
chorras sobre robots almacenadas en el cerebro. La robotofobia, como la
xenofobia, se ceba con aquel que se piensa diferente pero en el fondo se
percibe como igual.
Si no, vamos a
crear nuestra propia némesis. Si un cerebro artificial con una gran
inteligencia, sin la traba de los sentimientos tuviera que preservar la vida en
nuestro planeta lo más lógico es que nos exterminara como raza, somos básicamente
destructivos.
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