La Renta Mínima de inserción o los mil y un laberintos de la administración

"Que la renta Mínima sea un derecho y una realidad
para todas las personas en situación de
pobreza y exclusión"

La Renta Mínima de Inserción 

o 

los mil y un laberintos de la administración.

Queridos lectores, hoy voy a intentar contaros lo mejor y de la forma mas breve y clara posible, cual ha sido mi experiencia con respecto a la Renta Mínima de Inserción, la tan deseada RMI.

Lo que ha supuesto para mí el conseguirla

Las dificultades que me encontrado en el camino y los pasos que hemos dado para solventarlas

La situación de espera desesperada en que se encuentran algunos compañeros (Hasta 14 y 16 meses esperando una respuesta a su solicitud para la concesión de la RMI)

Y por supuesto la ayuda y el asesoramiento que he recibido por parte de la Asociación Realidades y en especial de una de sus trabajadoras sociales,

sín cuya ayuda, su apoyo y su insistencia, hoy no podría estar aquí contando esta experiencia, simplemente porque no tendría nada que contar.

Conseguirla ha supuesto una gran tranquilidad, puesto que he pasado de no disponer de ningún tipo de ingreso, a cobrar mensualmente una cantidad, 375,50€, que si bien no es suficiente para establecerme por mi cuenta, si me da una cierta capacidad de movimientos. Tengamos en cuenta que el alquiler de una habitación ronda los 200€ mensuales, a esta cantidad tendríamos que añadir el importe del Abono Transportes que nos permita movernos libremente en nuestra constante búsqueda de un empleo, con lo cual ya nos hemos puesto en los 260€ mínimo. 

Con los 115,50€ restantes se supone que deberíamos tener suficiente para el resto de nuestros gastos, incluidos vestir y comer, necesidades que viviendo en Santa María de la Paz como estoy yo en el momento actual, están cubiertas. Además allí tenemos la posibilidad de lavar la ropa y disponemos de forma gratuita de todos los artículos de aseo personal necesarios. Algo que de otro modo deberíamos pagar nosotros.

Es mas que evidente, que con estos 115,50€ no nos quedará otro remedio que seguir recurriendo a roperos y comedores sociales. Psicológicamente esto te desanima y te destruye poco a poco, pues percibes claramente que con esta ayuda, no vas a conseguir remontar el vuelo fácilmente. La RMI se muestra pues, como claramente insuficiente. Es una ayuda importante, por supuesto, pero insuficiente y especialmente en una ciudad como Madrid

Tal vez sería conveniente insistir en la clarísima necesidad de contemplar la posibilidad de algunas ayudas complementarias a esta Renta mínima para transporte, vivienda y alimentación principalmente.

¿Pone trabas la administración a la hora de la concesión de la RMI? Desde mi experiencia, creo que los plazos últimamente se han alargado de forma considerable respecto a los 3 meses que se supone se debe tardar en conseguirla. Una vez presentas o presentan en tu nombre la documentación que se necesita para iniciar el proceso, comienzas a recibir cartas solicitando nueva documentación para aportar al expediente. En mi caso fueron 3 las cartas y por supuesto 3 las respuestas con las aportaciones de documentación requeridas y finalmente debo reconocer que, de no ser por el buen hacer y la insistencia de mi trabajadora social de Realidades yo habría tirado la toalla, de hecho en julio estuve a punto. Pero no nos rendimos y decidimos, ya apercibidos del posible cierre del expediente, que haríamos un último intento, y a la vuelta del verano, concrétamente el 26 de septiembre pasado, lo logramos.

Finalmente habíamos conseguido la concesión de la RMI, pero os aseguro que en algún momento llegó a ser un proceso realmente Kafkiano.

Yo, o mas bien debería decir nosotros, lo hemos conseguido en tan solo 8 meses desde que mi trabajadora social del Albergue de San Juan de Dios, me puso en contacto con la Asociación Realidades para iniciar los trámites. Un plazo que, a día de hoy, podríamos calificar casi como de record, pero se por reuniones que Realidades ha organizado en varias ocasiones con el objeto de debatir y hablar sobre la problemática en torno al RMI, reuniones a las que he tenido la satisfacción de asistir, así como también por compañeros que están viviendo como yo en la Residencia de Santa María de la Paz, un centro dirigido por la orden de San Juan de Dios para personas sin recursos, que algunos de ellos llevan entre 14 y 16 meses desde que presentaron la solicitud y a dia de hoy continuan sin haber recibido una respuesta en ningún sentido. Y esto, creedme, crea una incertidumbre a veces insoportable

Con todo lo que hasta ahora he comentado y desde mi experiencia personal, lo único que me queda por añadir, es que la RMI, además de un derecho, debería ser una realidad para todas las personas que se encuentran en situación de pobreza y exclusión.