Comer es un placer, pero siempre y cuando se pueda porque siempre no se puede. A veces sobre todo las personas que no tienen
nada y tienen que recurrir a los medios para sobrevivir, es decir a los
comedores sociales y desayunar y merendar se tienen que conformar con lo que
les den. Las comidas por lo general no son malas pero con poca condimenta,
claro que son muchas las personas las que usan los servicios de comedores
sociales. Para una persona que está en la calle ya normalmente recorren distancias,
es decir, que van a todos lados andando
por lo cual desgastan muchas calorías, las cenas se suelen hacer a base de
bocadillos y a veces ni eso.
Desde el cambio de la peseta al euro todo se ha vuelto más caro, como tres veces más y los sueldos
con la austeridad cada vez más bajos, así que en las familias que tienen que
apretarse el cinturón, bueno eso dicen los políticos que da la casualidad que
viven por encima de sus posibilidades con buenos sueldos. No es una crisis es
una estafa.
En general en España se debería comer bien, ya que la dieta
mediterránea es casi la mejor del mundo, sobre todo en Europa. Tenemos de todo,
se comprende que la relación de los mercados económicos hace necesario la
exportación y la importación, pero lo
que está claro es que lo mejor que
tenemos se vende al exterior y compramos los productos de fuera, haciendo que
las grandes superficies se forren y las tiendas de toda la vida se hundan, de
hecho ya no quedan, es raro ver alguna.
La dieta mediterránea es nutritiva en todos los sentidos,
carnes, verduras, frutas, legumbres, aceites y pescados, vinos e incluso
cerveza. Ahora con la crisis se come peor y las familias tienen que recurrir a
los bancos de alimentos, cada vez más los datos son ciertos lo dicen en todos
los medios, lo cual será verdad. Hay que ajustarse a la realidad bajar los
salarios y subir los alimentos no va a hacer que cambie la crisis, si no
aumentar el hambre en la población.
Los empresarios y banqueros solo quieren hacerse ricos a
costa de toda la nación, como siempre. Ellos comen bien y no les importa nada
cómo comen los demás, tienen la panza llena
y el bolsillo también.
Es una pena con lo bien que se come en este país. Yo también
quiero una tarjeta visa para disfrutar en todos los hoteles de lujo, que dicen
se come muy bien.
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