Las fiestas de la Paloma tienen su origen en el año 1787, unos niños encontraron en un solar contiguo a la calle de la Paloma un lienzo que representaba a Nuestra Señora de la Soledad, se dedicaban a jugar con ella. Isabel Tintero una vecina que les vio, cogió el lienzo lo limpio y lo puso en su portal. A partir de entonces se le empezaron a atribuir propiedades milagrosas llegando su devoción hasta la casa real. Dicen que María Luisa de Parma esposa de Carlos IV fue muy devota de esta imagen, como el portal se les quedo pequeño pasaron la imagen a una habitación de la casa de la vecina pero no siendo suficiente se iniciaron los trámites para construir una pequeña capilla en un erial cercano, si bien ésta estaba dedicada a Nuestra Señora de la Soledad, fue conocida popularmente como la paloma por su proximidad a dicha calle.
La Paloma, patrona de los bomberos, no siendo la patrona de Madrid lo parece. Su popular verbena guarda todo el casticismo del Madrid de toda la vida, de las verbenas de siempre con su licor de madroño y la famosa limonada, la gente se viste de castizo, y los chulos y las chulapas se pasean por el barrio de la Latina utilizando el acento castizo a “tutiplén”.
Para alguien que, como yo, no es de Madrid esta me parece la fiesta más autentica, junto con las de San Cayetano y San Lorenzo y la más divertida de todas las que se celebran en esta enorme ciudad. Además, cuenta con la ventaja de celebrarse el 15 de agosto que es una fecha en la que la mayoría de la gente huye de Madrid a donde sea y nos quedamos los justos para que esto sea una delicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por tu comentario! Aparecerá dentro de poco publicado