29 de abril de 2020

Mi confinamiento, capítulo 2


Decimoséptimo día de confinamiento para mi, ya es demasiado. Todos los días lo mismo, ya estamos cansados de hacerlo, siempre en casa sin salir. Solo a la compra y vuelta a casa con la misma rutina todos los días. Las noticias casi ni las veo, porque siempre es lo mismo, hablando del Covid-19, que cada vez hay más contagiados y el pico no llega a inclinarse y empezar a bajar de una vez. Esto es lo peor que se ha vivido en España en la última década, y en Madrid de siempre. Yo soy madrileña pura y así lo reconozco y lo digo, este confinamiento que tenemos nunca lo he vivido desde que nací.

Casi no hablo con los amigos, porque están ayudando a las personas dependientes que no pueden salir a la calle o personas que son de riesgo y que están completamente recluidas en sus casa por miedo. Yo creo que aparte de las mujeres y las personas como yo que somos activas, que siempre estamos haciendo cosas, los que peor lo están llevando son los críos. ¿Por qué? Pues por la sencilla razón de que no pueden ir al parque a jugar, no ven a sus amigos y compis, y lo más primordial, no pueden ver a sus abuelos. Esas personas que se encargan de estar con ellos porque sus papás están trabajando y los dejan muy temprano en el cole, o en la guardería, o con los abuelos.

Y ahora no saben lo que hacer, porque por un lado tienen deberes y tienen que ayudarles a hacerlos, o tienen que trabajar ellos y los críos no saben que hacer y se ponen a trastear con todo lo que tienen a su alrededor.

Miércoles 26 de marzo de 2020

Antonia (mujernocalla).

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