19 de marzo de 2020

Una pincelada de la vida de Diana

Yo he sido toxicómana toda la vida. Empece con 14 años me fui a Barcelona allí empece a prostituirme en una casa de relax, empece a hacer una transformación física con un tratamiento hormonal muy fuerte que venia de Amsterdan. Inyecciones muy fuertes, y por la noche iba a otro sitio, el mundo de las drogas me llevó a lo mas bajo que puede llegar una persona.

Mis padres enfermaron y me llamaron a Barcelona comunicándome que por favor siendo la mas pequeña de 5 hermanos tenia que regresar a Sevilla a mi casa a cuidarlos a ellos que ya estaban muy viejecitos. Antes de regresar a Sevilla yo tenía a mis padres engañados diciendo que estaba trabajando cuidando a una persona mayor, pero ellos aún ignoraban mi transformación. Entonces yo les dije a ellos: "papa, mama, ya no soy la persona que era ahora tengo el pelo largo, pechos, caderas, etc. Hoy en dia soy una mujer para que sepáis antes de irse que no soy el hijo pequeño que teníais sino más bien la hija pequeña que tenéis".

Ellos aceptaron mi transformación para venir a Sevilla a cuidarlos, estuve varios años cuidándolos hasta que mis padres fallecieron. Mi padre de un infarto y mi madre de cáncer de colon. A raíz de ahí tuve que vender el piso por obligación de mis hermanos porque cada uno quería su parte. Me vi sin piso, sin dinero, en la calle 7 años vagando de Sevilla a Cádiz, de Cádiz a Asturias...

El boom de la droga me afecto a raíz dela muerte de mis padres. Siete veces más y caí en picado como refugiándome de esa pena tan grande que mi corazón sentía de haber perdido a mis padres. Me comí 14 millones de mi piso, 30 millones de una urbanización, 10 millones que tenía mi madre en la caja fuerte para mi, más lo que gané trabajando en la noche de prostitución,

Después de un gran accidente dios puso la mano. Murió el conductor, un gran amigo mio, y yo me libre de la muerte. Llame a las puertas del Miguel de mañana con una pierna rota, un brazo roto, la cara echada abajo, etc. En concreto una verdadera mierda y allí me fui recuperando poquito a poco con el amor y cariño de las monjitas. A raíz de ahí fui y soy una nueva persona que poco a poco voy caminando la cuesta que cuesta seguir cada día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por tu comentario! Aparecerá dentro de poco publicado