La construcción de la geografía freudiana, el yo, el
ello y el superyó, propone sin duda uno de los mapas más certeros para el
tránsito por la condición humana, no obstante, muchos años después, el creador
de Mafalda introdujo un concepto al que Freud no le había dado relevancia
clínica, el queseyo,
Las emociones son la verdadera naturaleza del sujeto, lo
que gestiona, a menudo inconscientemente, su subjetividad, son ese espejo en el
que a veces nos desconocemos,
Cada vez que me pregunto qué haría yo con los violadores
y los pederastas, me viene la misma respuesta violentamente emocional, les
daría a elegir entre castración o un tiro en la frente que les podría aplicar
yo mismo sin siquiera pestañear; a pesar de estar absolutamente en contra de la
pena de muerte esta reacción siempre me asalta probablemente fruto de haber
sufrido maltrato por parte de mis progenitores,
Durante 3 años 5 meses y 27 días sufrí una situación que
administrativamente llaman sinhogarismo pero que mi queseyo interpretó como un
desahucio emocional al ser expulsado ya no de donde vivía sino de mi propia
vida, esa desconstrucción se transformó en el filtro a través del cual el
queseyo elaboraba mi cotidianeidad, un incesante ir y venir de incógnitas hasta
que construyes el desconcierto para soportar,
Con el paso del tiempo me di cuenta que lo que produjo
mayor efecto terapéutico en esa especie de asma existencial no fueron las camas
en las que dormí, ni las comidas que generosamente me alimentaron gracias al
auxilio de diversas instituciones, fueron las palabras de las personas que me
acompañaron emocionalmente durante ese exilio,
Una de esas tantas personas fue Esther quien en nuestro
primer encuentro me recibió con un beso, palabra de la que, qué se yo porque,
me había olvidado,
hola Víctor me alegra saber de ti, esta publicación esta deabuty, siempre tan romántico.
ResponderEliminarSUERTE COLEGA.