17 de septiembre de 2015

SOMOS UNA ESPECIE DE MISERABLES

                         Os voy a proponer un ejercicio en el siguiente texto: donde yo pongo la palabra    refugiado substituirla por otra como ser humano, mujer, madre, hombre, padre, niño, niña, bebe, etc.

     Nos encontramos ante la peor crisis humanitaria de los últimos 200 años, pero esto no empezó hace unos meses, empezó hace unos años. Diferentes organizaciones llevan avisando desde entonces que iba a pasar esto, pero hasta que el norte de Europa no los ha encontrado en masa en su puerta trasera nadie ha hecho nada.

   En nuestro país llevamos recibiendo refugiados Sirios y de otros países del área subsahariana desde hace varios años. Italia y Grecia también los reciben en masa, y cuando se le ha pedido ayuda al resto de la Comunidad Económica Europea, han pasado de todos nosotros diciendo que nos las apañáramos como pudiéramos. Ahora Alemania los tiene en la puerta de casa y todo el mundo tiene que colaborar. Pero no nos equivoquemos los refugiados que están llegando al norte tienen el color y el nivel cultural adecuado para ser recibidos por nosotros, los civilizados Europeos.

     Con todo y con eso lo que ha revuelto conciencias ha sido un refugiado en una playa, con sus pantaloncitos cortos y su polo rojo, blanquito, muy blanquito. Seamos honestos, esa imagen con otros colores la vemos un día si y otro también en las noticias de la tele, los periódicos, Internet. Estamos tan acostumbrados a esas imágenes, que para nosotros se confunden con el paisaje.


     Por fin Europa va a recoger a un número determinado de refugiados  pero con orden, hay que discutir el cupo que le corresponde a cada país y mientras nosotros hablamos y hablamos los refugiados se encuentran hacinados en campos de concentración, sin comida, agua y servicios sanitarios, durmiendo en el suelo, rodeados por cercas de alambre y  “fuerzas del orden”, de un país racista y xenófobo, al que le encantaría meterlos a todos en una cámara de gas, pero hay demasiada gente mirando.


     Porque eso es lo único que hacemos mirar y hablar. Y mientras tanto cientos de miles de personas se mueren de frío y hambre.

     Alguien me puede decir para qué porras sirven las Naciones Unidas, porque en Siria quedan 22 millones de personas en las mismas condiciones, y no se van a quedar paradas.

     Simplemente nos hemos convertido  en una “especie” de miserables, podéis estar seguros de que muchos se han forrado vendiendo publicidad con las repulsivas imágenes del refugiado en la playa, la periodista pateando a un refugiado, refugiado levantando a refugiados sobre sus cabezas para meterlos por las ventanillas de los trenes, etc.



     

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