Hemos leído una noticia el periódico Diario. es, que habla del mas allá del confinamiento .
Concretamente del barrio del Puente Vallecas y Entrevías, barrios de los más pobres de Madrid.
Es un barrio que por su número tan alto de personas hay un gran índice de paro y personas inmigrantes,
que tienen que buscarse la vida a diario por lo que en muchos casos se cobra la Renta Mínima de Inserción.
También han vivido un gran número de desahucios, por la venta de pisos a fondos buitres, como el Saret .
Ya hemos visto cómo es un barrio que ha sido discriminado por la pandemia y apaleado por su lucha de poder vivir el día a día, no como otros barrios, que por ser de más alta gama económica se les ha hecho la vista gorda al manifestarse de forma ilegal y no respetando las normas de seguridad.
"A este paso más que recetas de paracetamol, vamos a necesitar de latas de judías", reza el artículo. Así está la cosa .Por la preocupación de qué va a pasar los próximos meses. El hambre que va a haber aquí, eso dice un vecino.
Todos intentan sortear las trabas burocráticas en busca de atención sanitaria o ayudas públicas para las personas más vulnerables del barrio.
Gestionan bancos de alimentos, coordinan la comunicación con los centros de salud o acompañan a familias que no disponen de lo básico, para atajar el desamparo que sufren.
"Tenemos la manía de comer ya, no dentro de 2 meses" dice otro vecino.
Las dificultades para pedir ayudas son enormes. Por ejemplo, el ingreso Mínimo Vital la gente lo necesita ya, porque se han agotado sus ingresos por desempleo o sus ahorros. Como no empiece a llegar nos vamos a comer unos a otros". Dice otro .
La gente dice que no quiere hacerse la prueba porque si su familia quiere comer tiene que salir a la calle todos los días a buscarse la vida. De algún modo el sistema te obliga a ponerte en el rol de perseguidor y eso favorece la desconfianza lógica por parte de mucha gente.
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