El plástico está en todas partes: en los océanos, en la
comida, en el agua del grifo y hasta en el aire que respiramos y además sabemos
el daño que causa al medio ambiente.
Da igual que no tomes cerdo, o marisco, o carne, o pan, o
bebidas alcohólicas, o bebidas azucaradas, Todas las dietas tienen un elemento
unificador el plástico, O, mejor dicho, microplasticos: es
decir, fragmentos de ese material de a menos de cinco milímetros de
largo.
Comer partículas de plástico une a todos los seres humanos
por encima de las fronteras, religiones, ideologías y lenguas. Lo hacen desde
los esquimales de Siberia hasta los habitantes de las megalópolis del mundo en
vías de desarrollo.
Si decides iniciar una huelga de hambre como protesta,
también estarás ingiriendo plástico, lo harás
cada que bebas agua y cada vez
que respires,
No comer plástico es imposible.
E l plástico del océano es el más famoso, hay quien estima
que al ritmo actual de vertido de basuras al océano, dentro de 31 años, el
plástico flotante en los mares de la tierra pesara más que todos los peces que
nadan en ellos. Ese año todas las aves marinas del mundo tendrán plástico en su
aparato digestivo.
El mar será una sopa de microplasticos.
El problema principal del plástico es la basura. En 50 años,
hemos pasado de producir dos millones anuales de toneladas de este material a
mas de 400 millones, y aunque gran parte se recicla, quedan decenas de millones
de toneladas en el medio ambiente y especialmente en el mar.
Las bolsas de plástico que dejamos un la playa, y que se
lleva la marea puede acabar sin ningún problema en el Océano Glacial Ártico.
Nadie sabe que nos traerá esta plastiesfera
que ya a transformado la tierra, lo que esta claro es que el microplastico será uno de los grandes
legados de nuestra civilización.
Muchos miles de años después de que nuestras culturas hayan
desaparecido, el plástico que hemos creado seguirá dando vueltas en el mar, la
tierra y el aire del planeta.
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