16 de febrero de 2022

JUEGOS DE MESA

Hola a tod@s 

Es mi primera vez en participar en un blog, así que os pediré comprensión ante mis fallos, gracias por adelantado.

Hoy he disfrutado muchísimo con un juego de mesa, Dixit, lo que me ha llevado a pensar... ¿Por qué dejamos de jugar cuando vamos ganando en años? (mi edad 47).

Es cierto que si no me hubieran ofrecido hoy esta oportunidad ni siquiera me lo hubiese planteado principalmente porque para estos juegos siempre es necesario al menos 2 personas, que es lo que nos lleva a dejar desear ese contacto y diversión sana. Entiendo que con las nuevas tecnologías parece anticuado sentarse cara a cara para disfrutar de ese momento lúdico y que, por desgracia, parece que olvidamos conforme vamos teniendo las responsabilidades de trabajo, familia, etc., pasa a un plano olvidado.

En mi experiencia personal debo reconocer que, aparte del parchís, poco más he jugado en los dos últimos años y el jugar hoy me dado ese toquecillo en el interior de Rosario,  ¿por qué has dejado de disfrutar ? Simplemente porque ni siquiera lo he pensado. Obsesionada con el día a día, dejé a un lado la diversión. Gracias por hacerme reflexionar ya que en mí opinión esta actividad, tomándola siempre como una diversión y  sin competitividad, me lleva a un estado olvidado, muy placentero: la relación con los demás podría decir casi como desde una vista infantil en la que me recuerdo feliz.

No soy capaz de decir el por qué sucede, pero sí animo a que reflexionemos sobre ello.

Recuperemos que, después de una buena comida, cena, riamos junto a una mesa con algo tan sencillo como es jugar en compañía de los que más aprecias.



1 comentario:

  1. Bravo Rosario. Me ha gustado mucho tu reflexión y me lleva a pensar que yo tambien he perdido el gusto por los juegos de mesa. Me ha hecho pensar en el confort de mi casa de pequeña con mis hermanos y siempre jugando al parchís y buscando ese dado que se ha caído, el cubilete para todos porque se fueron perdiendo como el gusto por el parchis, la oca, las damas y cuantos massss. Bravo Rosario.

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