Los llamados Riders, que son trabajadores entre comillas, puesto que no son reconocidos como tales, ya que si trabajan deben de costearse los gastos, ser en una palabra autónomos, lo que eso conlleva a hacer trampas.
¿Qué es eso de hacer trampas? Pues se tiene que tener una cuenta, y la cuenta puede ser de otra persona, y la persona que te deja la cuenta suele pedir crédito (dinero) a cambio.
Lo cual pasa a ser un falso autónomo e incluso ilegal.
Siempre suelen jugarse la vida, para poder llevar el pedido a tiempo, si no, se les amonesta.
Ya puede ser en metro, en bicicleta normal o eléctrica, si le va bien en moto, y con mucha suerte en coche, siempre y cuando se puede costear el transporte. Y siempre con el capacho a la espalda, vamos, que en vez ser repartidores parecen caracoles. Siempre tienen que estar a punto, para cualquier llamada de pedido, ya que todo se hace por robot y no físicamente, es decir no hay contacto personal con la empresa la cual contrata.
Ahora parece ser que se les va reconociendo como trabajadores, lo cual ya es un logro.
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