He pensado que el mejor título para este tema es nuestra propia Constitución, la cual borra de un plumazo todo derecho escrito como ley para el ciudadano. Hablando en primera persona y después de diez años en las malditas calles, te queda poca confianza en la justicia y en sus leyes al comprobar cómo se pisotean tus derechos. Se ha de agradecer a fundaciones que de alguna manera te garantizan un techo dentro de unas reglas las cuales en determinados casos no son aceptables por determinadas personas.
Cuando se depende de servicios sociales no se tiene garantías de estabilidad al no contar con el apoyo de un trabajo para sustentarla. Asimismo, vives con la incertidumbre del techo proporcionado, ya que no existe garantías de duración, terminando de nuevo en la penumbra de las calles que anteriormente habías dejado.
Si nos paramos a meditarlo detenidamente no es una solución para terminar con la exclusión social, que padecemos miles de personas en este país. Mientras la gente te mira con desprecio viéndote tirado entre cartones a la intemperie no se paran a pensar cual será tu historia, juzgándote sin ningún escrúpulo indignamente. Mientras no se tomen medidas drásticas en este ámbito habrán demasiados perdiendo sus vidas y totalmente olvidados. Si queda algo de dignidad a esta sociedad quisiera que al menos no nos quitarán la nuestra. G.R
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