14 de diciembre de 2017

Género

En las escuelas franquistas nos enseñaron que había que aceptar el hecho, de que las niñas con las niñas y los niños con los niños. Eso quiere decir que en los colegios públicos y sobre todo en los internados ellas a un lado y ellos a otro, eso con las enseñanzas no faltaba más de la Iglesia católica fomentando en gran medida el machismo en nuestra sociedad. Así que para poder arreglar algo en el tema de género, habría empezar por la educación en las escuelas.

En esta sociedad capitalista  la mujer siempre ha tenido las de perder, antes a la chachas se las pagaba cuando querían y a veces ni se las daba de alta en la seguridad social, claro que estas mujeres venían del ámbito rural.

Tenemos los ejemplos de que las mujeres cobran menos que los hombres, haciendo el mismo trabajo y así como todo lo demás, todo relacionado con el consumo femenino es más caro que el masculino. Y por si fuera poco se tienen que hacer cargo de todo lo relacionado con el sistema familiar.

Por todo eso no es extraño que en una sociedad machista sea vejada en todos los sentidos: sexo, formas de vestir y comportamientos siempre criticados por los hombres.

Los hombres somos muy machos cuando nos referimos al hecho de tener relaciones sexuales, nos enseñaron que antes de relaciones con tu pareja, ya tienes que tener experiencia y cuanta más mejor, así eres más macho.

Por el contrario las mujeres no: si tienen alguna aventura se las consideran putas. Antes con la dictadura debían de llegar al matrimonio virgen, de ahí eso de "que algo habrá hecho" o "la maté porque era mía".

Por todo eso y más lleva a las mujeres a tener relaciones con parejas que a lo mejor ni quieren, pero dadas las circunstancias se acoplan al sistema, y eso a veces da lugar a la violencia de género. NOS FALTA EDUCACIÓN.

He leído en el diario 20 minutos, que una psicóloga explica que las mujeres pasan por un proceso de "indefensión aprendida" a lo largo de toda su vida. Es decir, sufren una serie de pequeñas circunstancias que las sucede a diario, como ser perseguidas por la calle o recibir comentarios obscenos, insultos y tocamientos sin su permiso y consentimiento. Y aprenden que no pueden luchar contra todos esos casos, porque no sirve para nada ya que continúan sucediendo.

Según las estadísticas las personas sin hogar reflejan que son mayoría los hombres que están en la calle, es decir los sin techo, pero también hay que decir que las instituciones están hechas para hombres. Por lo cual las estadísticas de las mujeres sin hogar son menores.
Por su condición de mujer y evitar tanta vejación y abusos sexuales, se conforman con vivir de cuidados de otras personas e incluso de protección masculina, para no estar en la calle y padecer dichos trastornos que en general acaban con trastornos psicológicos de gran envergadura.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por tu comentario! Aparecerá dentro de poco publicado