El provincianismo del que esta península de mis amores ha hecho gala siglo tras siglo, sigue haciéndonos la puñeta. En un planeta donde Internet ha derribado fronteras a cañonazos, nuestros mediocres, corruptos, e interesados políticos han decidido que la única manera que tienen de preservar la identidad de cada una de las diferentes culturas y sensibilidades de nuestro "País" es levantar más muros.
En este "país" tan solidario. No, eso es incorrecto, es cierto que individualmente somos muy solidarios, cada uno ejerce la solidaridad como buenamente puede, pero que no le digan a nadie que tiene que pagar ni un duro por obligación, ni que tiene que acoger a un número determinado de refugiados, porque entonces estalla la indignación. Si aquí lo único colectivo es la indignación, para el resto de las cosas somos individualistas ¿Por qué creéis que esa inteligente campaña publicitaria de la "República independiente de mi casa" ha tenido tanto éxito? Pues porque el vecino de enfrente ya es el extranjero. No te digo ya el pueblo de al lado.
Así que no me vengan con milongas, el hecho de independizarse no es una cuestión cultural, o si no que se lo digan a los Vascos. No necesitan que nadie les diga quienes son, lo tienen muy claro, y lo tendrían igual de claro con cualquier sistema político.
Yo creo que una buena solución sería aplicar la ley de memoria histórica, con más amplitud en el tiempo y cambiarle el nombre al país. IBERIA, la única frontera que existe es la natural, los Pirineos. Porque por mucho que se empeñen lo que es incontestable es que todos somos habitantes de la Península Ibérica.
Y recordar que alguien dijo una vez que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen. Así que vamos a por el Estado Federal de la Península Ibérica.
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