San Isidro Labrador

San Isidro Labrador  nace a finales del siglo XI  en la aldea de MAYORITUM, un pequeño asentamiento que debía su  origen a la actual Madrid. Es bautizado en la parroquia de  San Andrés con  de Isidro sincopa de Isidoro.

En esa época las luchas fronterizas con los musulmanes y tropas cristianas eran continuas y los campesinos abandonaron la Villa en 1.090. Isidro se fue a Torre laguna a  trabajar en la finca de un rico acaudalado terrateniente. Allí conoció a María con la que se caso.

Con la reconquista Isidro regreso a los fértiles valles del Manzanares que lo vieron nacer. Allí paso apaciblemente sus días cultivando las tierras de un poderoso señor. Contrajo una grave enfermedad que le hizo presagiar su muerte, María salió de su retiro en la ermita para cuidarlo.

La imagen de Isidro reside en el interior de la ermita de la virgen de los Remedios, hasta que es llevada en romería en el mes de Mayo. Desde entonces todos los años se celebra la fiesta en Madrid capital, es nombrado patrón de la ciudad, también es patrón de los labradores y obreros de la construcción.

Se le atribuyen varios milagros, uno de ellos fue que cuando iba a trabajar la tierra no araba él sino un Ángel, lo que le llevo el titulo de vago por parte de su amo hasta que según dicen lo vio con sus propios ojos. Otro milagro según dicen fue que le dio una patada a una piedra y empezó a salir agua, también que resucito a la hija del amo, entre otros milagros.

En el cementerio de San Andrés lo enterraron en año 1.130, y su cuerpo se conservo incorrupto 40 años. El hecho  se divulga en 1.563 delegados de la Santa Sede abrieron el sepulcro y encontraron el cuerpo intacto. Según las crónicas el monarca Felipe II salió indemne  de una enfermedad y se relaciono con el hecho de que el cuerpo del labrador permaneciera intacto. Se solicito entonces su beatificación en 1.619. Tres años más tarde  Gregorio XV lo canonizo el 13 de Mayo de 1.622.