11 de diciembre de 2014

¿QUIEN ES CAPAZ DE ROBARLE LA INOCENCIA A UN NIÑO?

     Estamos en Navidad, y por aquí mis compañeros están recordando sus Navidades anteriores, comentando que ahora no es como antes. Claro que no es como antes, hace treinta o cuarenta años uno tenia treinta o cuarenta años menos y cuando uno es niño todo se ve de otra manera. Es cierto que las Navidades se han convertido en un producto de consumo puro y duro,  pero siempre que haya niños habrá Navidad. A su alrededor se crea una magia especial que alcanza a todo el que tenga cerca, y aunque parezca un tópico todos nos esforzamos en poner nuestra mejor cara y normalmente se consigue, hasta que uno se toma las copitas de la cena y las de después, y empieza la guerra, pero eso es otra historia. La historia de las cenas familiares de Nochebuena que darían para escribir varios tomos enciclopédicos, todos tenemos alguna historia que contar. Pero a mi me sigue gustando la Navidad, llamadme cretina,  me da igual.

     El problema es que yo identifico la navidad con los niños y cuántos niños se van a quedar sin navidad este maldito año, cuántos van a estar rodeados de caras tristes, de frustración, de hambre y sin su juguete. Para un niño en estas fechas, lo importante es que toda su familia este junta y feliz, y su juguete de Reyes, porque para ellos es la muestra de que existe magia en el mundo, y decidme quién es el malnacido que es capaz de robarle la inocencia a un niño. Me temo que todos nosotros.

        Así que hacedme un favor, acercaros al chino de vuestro barrio y comprar un juguete cualquiera, hay algunos que cuestan un euro, y llevarlo a un banco de alimentos, a la parroquia, o a alguno de los puntos de recogida de las asociaciones vecinales o de cualquier otro tipo que seguro que tenéis en vuestro barrio. Porque aunque os parezca una chorrada, a parte de llenarles el estomago, es muy importante que sigan teniendo ilusión, porque el hecho de que nosotros estemos frustrados no es disculpa para robarles la inocencia y su parcelita de alegría.


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