El juego destrozó parte de mi vida. Hoy, después de más de diez años sin jugar, hasta mi muerte estaré agradecido a la asociación que me ayudó a dejarlo.
Lo más importante que perdí no fue el dinero, sino el cariño, la
amistad, la confianza de las personas, amigos y familiares que me
querían y confiaban en mí.
Si a alguien puedo ayudar, desde mi experiencia estaría encantado de hacerlo.
¿Es difícil? Muchísimo. ¿Imposible? No.
Hasta la semana que viene.
Nada es imposible y tú eres la prueba evidente de ello.
ResponderEliminarEncantada de leerte!!
Seguro que puedes ayudar y mucho Enrique, mucho. Eres muy valiente al escribir esta presentación y estoy convencida de que, poco a poco, ayudarás a muchas personas explicándoles cómo ha sido tu recuperación y demostrándoles que se puede. ¡Hasta mañana!
ResponderEliminarGrande, Enrique, muy grande... ¡Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias a todos.Seguiré.
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