Trabajar en estos tiempos se nos está volviendo una tarea muy pero que muy complicada.
En la medida en que se cierran proyectos destinados a formación y empleo, drogas, salud mental, tiempo libre, etc. y se recortan las ayudas económicas destinadas a este sector , las personas sin hogar sufren una época de estancamiento.
Si el que necesita una atención en drogodependencias no tiene donde le atiendan, se estanca. Si el que necesita formarse para optar a un trabajo no tiene donde lo ayuden, se estanca. Si el que necesita una ayuda de 180€ para gestionar su documentación no la puede recibir de ningún sitio, se estanca. Si el que necesita un taller para volver a aprender a relacionarse en grupo no lo encuentra, se estanca. Si el que necesita una cama en un albergue, tiene que esperar más de seis meses, se estanca. Y así podría seguir durante horas.
Pero, además, esto trae una segunda parte. Mientras haya gente estancada en nuestros centros, no podemos ir dando cabida a las listas de espera que tenemos. Es fácil entenderlo. Según haya herramientas para que mejoren las personas, habrá mejoras. Que hay mejoras, dejan de necesitarnos. Que dejan de necesitarnos, podemos apoyar a otras personas. Es fácil de entender para todos menos para los que gestionan nuestro futuro, que insisten en aumentar nuestros problemas sociales con el tipo de medidas que llevan a cabo.
Efectivamente, los responsables de este país no vuelven a casa con estas listas de espera a sus espaldas, con sus nombres y situaciones dramáticas... Porque para ellos las personas sin hogar son invisibles.
Nos han pulsado el botoncito de “standby” y ahí resistimos.
En la medida en que se cierran proyectos destinados a formación y empleo, drogas, salud mental, tiempo libre, etc. y se recortan las ayudas económicas destinadas a este sector , las personas sin hogar sufren una época de estancamiento.
Si el que necesita una atención en drogodependencias no tiene donde le atiendan, se estanca. Si el que necesita formarse para optar a un trabajo no tiene donde lo ayuden, se estanca. Si el que necesita una ayuda de 180€ para gestionar su documentación no la puede recibir de ningún sitio, se estanca. Si el que necesita un taller para volver a aprender a relacionarse en grupo no lo encuentra, se estanca. Si el que necesita una cama en un albergue, tiene que esperar más de seis meses, se estanca. Y así podría seguir durante horas.
Pero, además, esto trae una segunda parte. Mientras haya gente estancada en nuestros centros, no podemos ir dando cabida a las listas de espera que tenemos. Es fácil entenderlo. Según haya herramientas para que mejoren las personas, habrá mejoras. Que hay mejoras, dejan de necesitarnos. Que dejan de necesitarnos, podemos apoyar a otras personas. Es fácil de entender para todos menos para los que gestionan nuestro futuro, que insisten en aumentar nuestros problemas sociales con el tipo de medidas que llevan a cabo.
Efectivamente, los responsables de este país no vuelven a casa con estas listas de espera a sus espaldas, con sus nombres y situaciones dramáticas... Porque para ellos las personas sin hogar son invisibles.
Nos han pulsado el botoncito de “standby” y ahí resistimos.
Cierto Miren, resulta complicado, sobre todo cuando miramos la situación global e intentamos hacer algo para todos.
ResponderEliminarHoy por hoy la estrategia es diferente, nos toca intentar pelear el problema de cada uno de manera individual, buscar el centro superviviente de drogodependencias, la formación específica intentando cumplir todos los requisitos, buscar una ayuda económica... buf es complicado pero hay salida.
Pongo un ejemplo:
El miércoles pasado me contaba una voluntaria de Cáritas que atendía a una familia a la que estaban poniendo de patitas en la calle con 3 chiquillos que contactó con la casera y no sólo llegó a condonarles la deuda y alargar la estancia un mes más sino que se comprometía a pagarles la fianza de un nuevo alquiler.
Con todo esto quiero decir Sí ha llegado el tiempo de currar todavía más en un contexto donde está todo más difícil, pero el que busca encuentra.
Un beso para todos y buen lunes
Efectivamente. Nosotr@s somos como McGuiver y siempre acabamos adaptándonos a lo que tenemos!!!
EliminarEsto me recuerda al documental "Aspad, 30 años de lucha". La asociación de padres de drogodependientes que surgió ante el vacío administrativo, social, sanitario y político que existía ante el problema de las drogas cuando nació.
En este documental sale una madre diciendo algo así como que... por la mañana nos reuníamos muy monas con los altos cargos pidiendo una solución, y por la tarde íbamos muy dignas con nuestras cacerolas a abuchear al político con el que habías mantenido una reunión por la mañana...
En momentos como este nuestra labor de sensibilización y denuncia debería acrecentarse... ya sabeis que me sale la vena revolucionaria, jeje
(y recomiendo el documental, en el que hablan padres y profesionales luchadores, que de la nada consiguieron infinitas cosas que han desaparecido de un plumazo)
Escuché hace unas semanas, en RNE 5, a un economista de la UAB hablando sobre la crisis actual y las "soluciones" que se estaban planteando desde nuestras élites políticas y económicas. Decía que, en su opinión, se estaba anteponiendo una idea (y errónea) a la mismísima realidad. La idea de que recortando el gasto se saldrá de la crisis. No tiene base económica ni histórica. ¡Recortando la corrupción y el robo se sale!
ResponderEliminarEl buen economista usaba una metáfora esclarecedora de la situación actual: la economía europea es como un gran Airbus, que tiene un motor principal (el consumo privado) y un motor auxiliar (el gasto público). El motor principal se para y, cuando se va a activar el motor secundario, que es la única esperanza para que el Airbus se mantenga en el aire, unos ideólogos deciden que hay que pararlo también. ¿Conclusión? Lo que dice Belén: confiemos en la solidaridad de la casera o del vecino de turno...
Buena semana.
A no desanimarse... que parte de la estrategia es poner todo tan negro que no valga la pena luchar... y para luchadoras, vosotras!
ResponderEliminarDe desánimo nada... pero no nos habeis visto disfrazados y haciendo magia???
ResponderEliminarNo quería expresar tanto el tono de desánimo como el de denuncia. La gente tiene que conocer las consecuencias de los recortes. Y son las que son.
Otra historia es hablar de cómo nos enfrentamos a esa situación... que por cierto es con mucho arte!!! De hecho, en los momentos de cambio se generan grandes ideas. Más dificultades que tenemos en el Centro, más mejoramos.
Belén, si cada educador de Madrid derivase a ese centro superviviente, que es el que encuentra todo el que busca, a los participantes que esté apoyando... o se hunde o lo queman sus pobres trabajadores, jajaja
Buscar alternativas ante la nueva coyuntura no riñe con seguir exigiendo, más alto si cabe, la implicación de sus responsables.
Por ejemplo, el día 30 a las 20h en la plaza de Callao, Acción en Red y Solidarios para el Desarrollo organizan su "Dormida" de todos los años. De nuevo más de 400 personas se quedan en calle tras el cierre de los dispositivos de Campaña de frío. Y hay que gritarlo. Nosotros salimos en comitiva desde el Centro, por si os animais...
Concierto incluido
EliminarHola a todos, qué alegría leeros, estoy contigo Miren, HAY QUE GRITAR PARA QUE SE NOS OIGA, salir a la calle para visibilizar los problemas que estamos teniendo y que se vea nuestra ilusión por hacer nuestro trabajo diario, que realmente es lo que nos mueve cada día (cada lunes como hoy).
ResponderEliminarQuedan 18 días para la dormida.
Besos para todos!!!