Arcoíris

Cada vez que Manolo veía el arcoíris, pensaba en su niñez, cuando le llamaban Manolín y recordaba aquellos polos de colorines, cada uno de un color y un sabor.

Los amiguitos del barrio y del colegio nunca se ponían de acuerdo en cuál era el que les gustaba más.

- ¡Prefiero el verde que sabe a menta! - decía Carlitos.

- ¡Yo el rojo, el de fresa! - gritaba "El pecas".

- ¡El más molón el de limón!

- ¡No, el naranja! - le increpaba Toñín.

 - ¡Pero qué subnormales sois todos!- les insultaba Paquito-. El azul es cojonudo.

Manolín, no decía nunca nada, porque a él, el qué más le gustaba era el violeta, pero tenía miedo de decirlo por si le llamaban "Mariquita". Al final, todos aquellos trozos de hielo de colorines, sabían igual.

Luis Castilla.