20 de septiembre de 2019

Discriminación


Erase una vez un niño pequeñito, recién nacido, cuando nació su madre lo miraba y miraba diciendo: "es muy fino para ser un niño", "parece más bien una niña" pero pasó el tiempo y ese niño tendía a jugar con cosas de niñas, muñecas, se ponía los zapatos de tacón de su madre, se vestía con la ropa de su hermana, cuando no había nadie en casa. En el colegio se enamoraba de los niños, pero para no revelar su secreto se hacía pasar por su mejor amigo para estar más tiempo cerca posible de él.

Fue creciendo y como se sentía mujer empezó a transformarse y hormonarse, dejando su pelo largo y se convirtió en una verdadera mujer, con sus operaciones. La gente se metía con él/ella, por su transformación, se reían, lo criticaban e insultaban, pero aprendió con el tiempo y hoy en día es una verdadera mujer completa y contenta con su cuerpo, y se ganó con el tiempo, el respeto de las personas con su actitud y comportamiento tan femenino.

Ha conseguido su ilusión, su carné de mujer, todos los papeles con su nueva identidad y sigue luchando en este mundo tan discriminatorio para ella, es feliz aunque muchas veces las cosas son más difíciles para ella, pero sigue luchando.

Antes en mi DNI ponía Francisco, ahora mi DNI es DIANA.

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