28 de febrero de 2019

Erecciones



Una vez más la clase política nos lanza las urnas a la cabeza para encubrir su incompetencia, los medios organizan debates en los que la representación de las fuerzas políticas es insultantemente masculina, no hay partido político cuya máxima representante sea una mujer, no obstante, excepto la formación que agrupa a los primates, todos los partidos vociferan su adhesión al feminismo,

La derecha trifálica – gracias por ese lapsus señora Delgado – derrocha testosterona ante miles de micrófonos pero sería ingenuo concluir que la imbecilidad masculina es patrimonio de los fascistas; ocho siglos de cultura Al Andalus mas cuarenta años de la culona unitesticular permanecen en el catálogo de bacterias que acosan a esta sociedad,

La ambición es el común denominador de las cabezas visibles del discurso político, en lo personal dan pena y vergüenza ajena pero en el ejercicio de lo social se tornan peligrosos e insalubres, aun así millones los votan, que pasaría con los políticos si en unas elecciones solo participara un diminuto porcentaje de la población, eso invalidaría todo acceso al poder, sería entonces necesario buscar nuevas formas de gestionar y legislar, pero evidentemente no estamos ahí, estamos en la vulgaridad, en el delito, en la carencia total de ética y en el abuso del poder, la omerta, y lo más siniestro de todo ello es que todos lo sabemos,

Volviendo a la falocracia, decía Lacan que el falo es algo que nos es dado por el otro, por el deseo que produce el otro, me pregunto qué patología atribuiría a estos que van por nuestras vidas ocultando tras su ambición su disfunción,
Por ultimo un deseo, que este 8 de marzo el pisotón sea  histórico para que el poder testicular deje de agitar sus genitales en público,

Durruti


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