Hoy nos ha visitado al centro de día Elena, de RNE, para preguntarnos por cómo aprovechamos los recursos que Realidades nos ofrece y cómo se sobrevive al verano con el calor que se ha pasado.
La verdad es que personalmente odio al verano. Lo odio desde el momento en que me quedé en situación de calle en plena pandemia y el consiguiente confinamiento. Ese verano del 2020, con los comedores y centros de día cerrados, sin un bar donde poder pedir un vaso de agua, con las fuentes públicas clausuradas donde poder refrescarte, sin bibliotecas donde pasar el rato al fresco, pidiendo limosna para poder comprar algo de comer y beber, guardando 50 céntimos para poder ir a la casa de baños de Embajadores y tener unos mínimos de higiene. Fue una situación que rayaba la desesperación.
Echando la vista atrás me doy cuenta de lo afortunado que soy ahora, sin que por ello el verano no me sea un momento desagradable: cierran roperos, cierran comedores sociales y los que quedan abiertos están masificados. Al menos, el contar aquí con el centro de día, se me ofrece la oportunidad de desayunar, estar con el ordenador, atender a la tele, y, sobre todo, la compañía de la gente que ya nos conocemos y de la nueva que viene, con la que se comparte experiencias y buenos ratos. Ya cuando llega el fin de semana y Realidades cierra, no queda otra que buscarse las mañas para matar el tiempo hasta el lunes que vuelve a abrir.
Gracias a Elena por darnos voz y visibilidad y por favor, que llegue ya Septiembre!!!
;) Saludos de Víctor
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