25 de julio de 2018

Tradiciones, éxtasis y orígenes de la mediocridad

Sostienen los cultores de la llamada fiesta taurina que los valores y la defensa de su abuso están amparados por un discurso histórico que se llama tradición,
 
Si nos atenemos estrictamente a esta ecuación podemos decir que sin importar el calibre de la imbecilidad o de la apología del maltrato, si se perpetúa en el tiempo adquiere valor de tradición; en algún pueblo, cuyo nombre se me escapa, tiran a una cabra desde el campanario de la iglesia, y eso les parece festivo porque es tradición, cosa que impediría el prior del valle de los caídos ya que se resiste al traslado de los restos de cerdo me imagino que se resistiría también a la ejecución de la cabra en cuestión,

También es tradición en otros pueblos prender fuego en los cuernos del toro así como  también inventar fiestas para que caigan al mar, donde seguramente quedara muy claro para los animales en que consiste el bípedo,

Si extrapolamos las tradiciones a otras culturas podemos observar que existen países en los que yo podría violar – aunque si no le pego no sería violación sino abuso, según emana de las sentencias de más de un tribunal  bien ibérico, bien pata negra – a una niña de doce años y a continuación entablar negociaciones con su padre para organizar la boda, lo cual me limpiaría de toda conducta delictiva, no muy lejos de allí, también a orillas del mediterráneo, existe una sociedad en la que el 92% de las mujeres casadas han sido sometidas a la mutilación genital,

En fin, tradiciones,

Convendría no olvidar tan apresuradamente que durante ocho siglos todo lo ibérico fue un califato, y que esa cultura de la masculinidad está aún muy latente, es por ello que en ocasiones al maltrato se le llama tradición,

Volviendo al ámbito taurino podemos constatar que no hay mujeres toreras, claro, no hay cojones, ni siquiera bien apretaditos para lucirlos con el traje de luces,

De dónde surge el axioma que asocia portar testículos con valentía ¿ 

Si nos guiamos por esa asociación colectiva entonces podemos sostener que las mujeres son, en esencia, cobardes ¿

Lo aberrante de este posicionamiento es el festejo y la apología de la ignorancia y también muestra a las claras la profundidad patológica con la que la sociedad, masivamente aun hoy, edifica altares que reverencian la mediocridad de lo masculino,

Los desfiles militares también están basados en una exhibición de la superioridad masculina, ya que esa suele ser la dinámica imperante para resolver la mayoría de los conflictos desde lo más remoto de los tiempos hasta las armas de destrucción masiva, en la famosa foto de las Azores fue muy evidente el goce que proporciona tenerla más grande que otros,

Decía Jacques Lacan – atrevido en su interpretación clínica – con el sostén de numerosos seminarios a su espalda, que el falo es algo que nos es otorgado por el otro, por el deseo por el otro, según esta línea podemos preguntarnos porque hay tantos hombres victimas de su sensación cotidiana de castración, porque tanto exhibicionismo testicular sosteniendo tantas tradiciones,

Aux armes citoyennes, formez vos bataillons…….

Durruti

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